En seguida aparece un signo hecho para la presencia: “Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada singular de ellos” (2,3).Hicieron comparecer ante ellos a Pedro y a Juan y les preguntaron: “¿Con qué poder o en nombre de quién han hecho todo esto?”Esto debe llevarnos, por un flanco, a valorar